La dieta Paleo, también conocida como dieta paleolítica o dieta de la era de las cavernas, se basa en la idea de comer de manera similar a cómo lo hacían nuestros ancestros cazadores-recolectores durante el período paleolítico, antes del desarrollo de la agricultura. Se centra en alimentos enteros y no procesados, imitando lo que los humanos probablemente comían hace miles de años.
Principios básicos de la dieta Paleo
- Enfoque en alimentos naturales: Se priorizan carnes magras, pescados, frutas, verduras, frutos secos y semillas.
- Eliminación de alimentos procesados: Se excluyen productos industrializados, azúcares refinados y grasas trans.
- Sin cereales ni legumbres: Estos alimentos no eran comunes en la dieta paleolítica, por lo que no forman parte de esta dieta.
- Libre de lácteos: Se evitan los productos lácteos, ya que no formaban parte de la alimentación de nuestros antepasados.
Alimentos permitidos
- Proteínas: Carne de res alimentada con pasto, pollo, cerdo, pavo, pescados y mariscos.
- Verduras: Todas las variedades, especialmente las de hoja verde.
- Frutas: Moderadamente, dando preferencia a frutas frescas.
- Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, semillas de girasol, entre otros.
- Grasas saludables: Aceite de coco, aceite de oliva extra virgen, aguacate.
Alimentos restringidos
- Cereales (trigo, avena, arroz, maíz).
- Legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos, soya).
- Productos lácteos.
- Alimentos procesados y azúcares refinados.
- Grasas trans y aceites hidrogenados.
Beneficios potenciales
- Mejora de la salud metabólica.
- Pérdida de peso.
- Mayor energía.
- Reducción de la inflamación.
Aunque la dieta Paleo puede ser beneficiosa para algunas personas, es importante adaptarla a las necesidades individuales y consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios drásticos en la alimentación.